TIPNIS = Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro-Sécure
Ubicado entre los Departamentos del Beni (provincia de Moxos) y de Cochabamba (provincia Chapare). Los municipios involucrados son San Ignacio de Moxos y Loreto en el Beni, y Villa Tunari y Morochata en Cochabamba. Tiene una superficie aproximada de 12.000 km2.
Desde 1990, tiene el doble estatus de Área protegida y territorio Comunitario de Origen (TCO).
Colinda con otras TCOs: Yuracaré y Yuqui al Este, Territorio Indígena Chimán y Territorio Indígena Multiétnico al Norte y es vecino a la TCO Mosetén al Oeste.
Ocupación humana
En el TIPNIS existen 4 grupos culturales asentados: los tres primeros - yuracarés, mojeños y chimanes - son originarios de la región, y el último, colonos del Altiplano, ha iniciado sus asentamientos en la segunda mitad del último siglo.
Según el censo realizado en 1993, en el TIPNIS vivían 4.563 indígenas, que han podido fluctuar hasta la fecha, debido a características propias de estos grupos sociales con respecto a sus prácticas de migración.
La población colona de acuerdo a un dato de 1994, era en ese momento de 9.758 personas. .
Los yuracarés son un grupo étnico que ocupó históricamente la zona del TIPNIS y otras áreas aledañas. En la actualidad están en casi todo el TIPNIS, salvo la zona central, en general su ocupación se limita a la zona sur y al bajo Isiboro y Sécure.
Les yuracarés sont un groupe etnique qui a occupé historiquement toute la zone de l'actuel TIPNIS ainsi que d'autres aires limitrophes. De nos jours on les trouve dans l'ensemble du parc sauf dans la zone centrale. Mais pour la plupart la zone qu'ils occupent se limite à la zone sud du parc et vers le bas des fleuves Isiboro et Sécouré.
Los moxeños históricamente ocuparon un sector mucho menor que el primer grupo, circunscribiéndose al área de confluencia de los ríos principales, hoy día su rango de ocupación es mayor, incorporando el área central del TIPNIS y gran parte de la Zona Sur, la cual no formaba parte de sus asentamientos históricos que se limitaba al área de pampas benianas, su estrategia de ocupación produce una estructura parecida a la de las misiones jesuíticas.
Les moxenos ont occupé historiquement un secteur bien moindre que le premier groupe, leur aire d'occupation étant limitée à la zone de confluence des deux principaux fleuves. Aujourd'ui la zone qu'ils occupent est plus vaste, elle incorpore l'aire centrale du parc TIPNIS et une grande partie de sa région sud, qui ne dafisait pas partie de leur occupation historique qui se limitait aux pampas de la province du Béni. Leur stratégie d'occupation géographique se fait selon une structure semblable à celle des missions jésuites.
El grupo chimán tiene una distribución espacial que abarca una parte del sur del departamento del Beni, en el TIPNIS el área de ocupación es el pie de monte y serranía en el alto Sécure, solo en los últimos años se han ido asentando en Santo Domingo, una zona enteramente moxeña.
Le groupe Chiman a une distribution spaciale qui comprend une partie du sud du département du Béni, dans le parc TIPNIS leur aire d'occupation correspond à la limite des montagnes dans le haut Sécuré, il n'y a que depuis quelques années qu'ils ont commencé à s'installer à Santo Domingo, une zone qui n'était occupée que par des moxenos.
El grupo colono tuvo presencia en el TIPNIS a partir de la década de los años sesenta.
Le groupe des colons est .apparu dans le TIPNIS à partir des années soixante
L'ouverture de voies d'accès a permis de commencer un processus de colonisation dans les années soixante, mais c'est au cours des années quatre vingt que se produisent les principales installations, provoquées probablement par le processus de re-localisation des mineurs, par les débuts et l'apogée dunarcotrafic, et par l'ouverture de la route Cochabamba-Santa Cruz.
La apertura de vías de acceso permitió incrementar el proceso de colonización durante la década de los setenta, pero es en los años ochenta que se producen los mayores asentamientos, probablemente movidos por el proceso de relocalización de los trabajadores mineros, de incremento y auge del narcotráfico y la apertura de la carretera. Cochabamba - Santa Cruz
>>> El origen de los grupos colonos es andino (aymara y quechua), provenientes de diferentes lugares, como Cochabamba, Oruro, Potosí y La Paz.
L'origine des groupes de colons est la cordillère des Andes, ce sont des aymaras et des quechuas provenant de différents lieux comme les départements de Cochabamba, Oruro, Potosí y La Paz.
Contexto cultural, político y social
En règle générale les indigènes du TIPNIS ont été en interaction depuis des siècles avec la société extérieure.
En general los pueblos indígenas del TIPNIS han estado en interacción hace siglos con la sociedad externa.
- En el caso de los moxeños existe una práctica organizativa y socioeconómica marcada por su relación con las misiones jesuíticas y una tradición relacionada con la migración consistente en la búsqueda de la “loma santa”.
- En cambio los yuracarés se caracterizaron por huir y evadir el contacto con las misiones y la sociedad externa.
Un aspecto muy interesante son los procesos de organización socio-política que en la actualidad han tenido que asumir los tres pueblos, aún débiles entre los chimanes y los yuracarés.
Las relaciones interétnicas en el TIPNIS, no siempre han sido pacíficas y armónicas, existiendo marcadas diferencias entre los tres pueblos.
Si bien en los últimos 10 años se han dado fuertes relaciones interétnicas, a través de matrimonios mixtos, incluyendo a los grupos colonos andinos o “collas”, las relaciones en general continúan siendo problemáticas debido a la discriminación de un pueblo indígena hacia otro y el hecho mayor que los matrimonios entre colonos e indígenas implican un choque entre culturas y practicas productivas muy diferentes .
Los moxeños resultan ser el grupo dominante, seguidos por los yuracaré y finalmente los chimanes. Los cuales son considerados como “menos civilizados” por los primeros, lo cual denota la incorporación de conceptos como civilización y modernización, probablemente por su mayor interacción con el mundo occidental.
-Los indígenas se organizan a partir de familias.
Los chimanes tienen una estructura clánica, a diferencia de los moxeños que tienen familias nucleares. Los yuracarés se organizan en torno a la “familia grande”, que puede ser una sola familia extensa o varias familias nucleares con parentesco.
-Los colonos se organizan en su turno a partir de sindicatos, bajo el modelo occidental de las organizaciones sociales europeas del siglo XX.
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En el TIPNIS existen tres organizaciones indígenas:
* Subcentral Indígena del Isiboro Sécure (SCIIS), que teóricamente representa a toda el área,
* el CONISUR (Consejo Indígena del Sur) apoyado por la mayoría de las comunidades del sur y
* la Subcentral Sécure que representa a las comunidades a lo largo del río Sécure
La actualidad organizativa en el TIPNIS es conflictiva, de hecho la creación de la Subcentral Sécure y del CONISUR se debe a divisiones dentro de la SCIIS. Entre otras debilidades, existe poca claridad en su visión y objetivos político-organizativos, limitaciones en sus capacidades de convocatoria, un incipiente relacionamiento con los sindicatos colonos y un escaso relacionamiento e intercambio con entidades del Estado (especialmente prefecturas y gobiernos municipales).
Infraestructura de salud y servicios
El desarrollo y acceso a necesidades básicas en el TIPNIS son muy bajos, de hecho, el municipio de Moxos es el que tiene el nivel más bajo en el Departamento del Beni. Su tasa de analfabetismo es del 60% con una escolaridad muy baja debido a que la oferta en escuelas es hasta tercero de primaria, con una marcada diferencia entre hombres y mujeres. Con respecto a la existencia de escuelas, se cuenta con una en cada comunidad pero con una oferta escolar limitada y escasa educación bilingüe (solo en español), cuando en algunos casos (chimanes) el 56% habla español aparte de su idioma nativo.
En cuanto a salud, los servicios son escasos, solamente se tienen responsables de salud en tres comunidades y posta sanitaria en cinco.
En el TIPNIS la participación popular no ha llegado, salvo en la parte sur controlada por los grupos colonos, que mantienen el poder en el gobierno municipal de Villa Tunari y que han logrado que se haga inversión social con mucho énfasis en las zonas rurales desatendidas.
El conflicto limítrofe entre Beni y Cochabamba, ha llevado sobre todo a la Prefectura de Cochabamba a una estrategia prebendalista de inversiones en la zona del TIPNIS.
Sin embargo, la posición asumida por la Subcentral de no negociar con Cochabamba, la ha aislado de posibles beneficios y ha logrado que el interlocutor con esta prefectura sea la CONISUR, la cual ha canalizado las inversiones estatales en la parte sur del área protegida.
Con respecto a las autoridades gubernamentales del Beni (prefectura y municipio de Moxos), la atención recibida ha sido casi nula, con la excepción de la prefectura que ha apoyado el proceso de saneamiento .
foto = RIO ISIBORO
Actitud local frente al área protegida
Las comunidades indígenas consideran como una necesidad su alianza con el SERNAP, frente a sectores identificados como amenazas (colonos, ganaderos, madereros y petroleros).
Ven a la conservación como algo importante por su tradición de convivir con la naturaleza de manera sostenible.
Existe una actitud proactiva de los dirigentes indígenas para la mejora de las relaciones con respecto a la gestión del área protegida, con la revisión del proceso de administración admitiendo errores de su organización, intentando mejorar la credibilidad de la SCIIS y compartir responsabilidades con la dirección del área protegida .
La falta de regulaciones para las áreas con doble categoría, es un tema que preocupa a la SCIIS, sobre todo referido al acceso económico a los recursos naturales, considerando controles y revocatorias de la administración del área a acuerdos de indígenas con sectores privados.
Más allá de la actitud local, las aspiraciones regionales se centran en la construcción del camino San Ignacio de Moxos - Villa Tunari, por un lado el argumento de abrir accesos a nuevos mercados y por el otro el interés de grupos madereros y petroleros de acceder a los recursos del TIPNIS.
Con respecto a los grupos colonizadores, se tiene una mejor relación aunque no se ha logrado alcanzar una planificación participativa ni una zonificación concertada .
El relacionamiento con los pobladores locales es parte integrante del trabajo del cuerpo de protección. Foto: SP
Coordinación política, administrativa y territorial
Con relación a los gobiernos municipales, la situación es muy contrastada entre el norte y el sur del área:
a) Municipio de San Ignacio de Moxos
El municipio tradicionalmente ha dado poca importancia al TIPNIS en su gestión, ignorando las limitaciones potenciales que el área protegida establece en su Plan de Desarrollo Municipal (PDM), y despreciando la oportunidad que representa el parque como fuente de ingresos. Por lo tanto no se han efectuado inversiones por parte de esta alcaldía en el área protegida .
Un aspecto que podría mejorar esta situación, es el origen indígena del nuevo alcalde, y ya se observan señales concretas en una Ordenanza Municipal y en el propio PDM de que el TIPNIS fue declarado como Distrito Municipal indígena, situación legal consolidada, que en adelante debe operativizarse. A pesar de este avance, la estructura del poder político en el municipio de San Ignacio de Moxos y el departamento del Beni en general, históricamente en manos de oligarquías locales en contraposición tanto con las reivindicaciones indígenas como las iniciativas nacionales de conservación de la naturaleza, puede limitar los alcances de las intenciones del alcalde indígena.
b) Villa Tunari
El municipio de Villa Tunari, en el sur, ha tenido por su parte un gasto público importante en la zona sur del TIPNIS, debido a la injerencia y poder de decisión de los sectores colonos del área protegida en el gobierno municipal.
De hecho, el alcalde de Villa Tunari ha expresado su interés por participar en la gestión del TIPNIS, condicionando las prioridades de inversión del municipio a su involucramiento. No obstante, el alcalde apoya la construcción del camino Villa Tunari - San Ignacio y según la dirección del área protegida, la extracción de madera y los cultivos de coca.
c) Con relación a las Prefecturas, los principales intereses respecto al TIPNIS se centran en el problema limítrofe departamental, la construcción del camino arriba mencionado y el acceso a los recursos naturales, en desmedro de la vocación primaria del área protegida.
Estos intereses han llevado a estas entidades a tener un accionar prebendal con el afán de atraer el apoyo de las poblaciones locales, de hecho se inició un proyecto denominado “Programa de Apoyo a los Pueblos y Comunidades Indígenas del Trópico de Cochabamba” (PAPCITC), desarrollando actividades en salud, educación y producción sostenible. Este programa ha estado trabajando en el TIPNIS con comunidades indígenas previendo la elaboración de planes de manejo de recursos naturales, sin haber coordinado con el equipo de gestión del área protegida ni con los municipios .
Participación
Con relación al Comité de Gestión, no ha logrado constituirse debido a complejos problemas no resueltos, como la indefinición de límites interdepartamentales que contrapone a los municipios y prefecturas, y por otra parte las pugnas territoriales entre indígenas y colonos. No obstante, se han logrado mecanismos parciales de participación y coordinación, que por ahora son desarrolladas sector por sector.
Entre estos está la identificación de actores planteada por la administración del área protegida:
- La Subcentral Indígena del Isiboro Sécure (SCIIS);
- La Coordinadora del Colonos del Trópico de Cochabamba;
- La Subcentral Sécure;
- El Consejo Regional del Sur (CONISUR);
- Autoridades departamentales del Beni;
- Autoridades departamentales de Cochabamba;
- Autoridades municipales de San Ignacio de Moxos y Villa Tunari;
- Instituciones locales que realizan actividades en el TIPNIS como ser, la Pastoral Indígena, EPARU, CEJIS, CETEFOR, PRAEDAC.
Si bien no existe una coordinadora interinstitucional conformada por el SERNAP, está la coordinadora de instituciones que trabajan en el TIPNIS, liderada por la Pastoral Indígena, que se constituye en una plataforma de participación y mecanismo para la resolución de conflictos. En esta instancia participan la Subcentral del TIPNIS, EPARU, CEJIS, la Pastoral Indígena, el SERNAP, la Superintendencia Forestal y en algunos casos se invita a las autoridades departamentales .
Actividades económicas y uso de recursos naturales
La economía y sostén de vida de las comunidades del TIPNIS está basada en el aprovechamiento de los recursos naturales: caza, pesca, recolección de no maderables, extracción de madera, agricultura y ganadería son las principales actividades. Complementarias a las estrategias de sobrevivencia están otras actividades como el trabajo asalariado para la compra de algunos víveres y medicamentos y la venta de artesanías.
a) Caza y pesca
En cuanto a la actividad de caza, los pueblos más ligados a esta práctica son los chimanes y yuracarés, mientras que el poco conocimiento que tienen los moxeños del bosque los hace menos eficientes e interesados en esta actividad.
Los colonos practican por su parte una caza muy oportunista y de control de cultivos, pero no es una actividad principal. Las presas más comunes, son grandes y medianos vertebrados, que se han visto disminuidos o desaparecidos en ciertas zonas del TIPNIS .
La pesca tiene mayor importancia por su abundancia en el alto Sécure, el alto Isiboro y la zona central del área protegida. En cuanto al uso que cada grupo hace de este recurso se observa que para los chimanes, los peces aportan la mayor parte de las proteínas de la dieta; para los yuracaré tradicionalmente la pesca ha sido una actividad de menor importancia que la cacería, pero en la actualidad es lo contrario, posiblemente por una relación demográfica entre poblaciones silvestres (vertebrados sujetos a cacería) y de personas (el número de usuarios ahora es mucho mayor y las poblaciones silvestres han disminuido)
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Los colonos practican muy poco la pesca debido a que los ríos tienen poca abundancia de peces y se han registrado denuncias de sus prácticas de pesca con dinamita.
b) Actividades agropecuarias
La agricultura es una actividad presente en cada grupo social del TIPNIS.
Para los chimanes tiene alta importancia, por lo que cuentan con un alto conocimiento ecológico sobre esta práctica siendo la más sostenible. Sin embargo, en los últimos años la tasa de desbosque se ha incrementado, provocada por una mayor interacción con mercados externos. Los productos más importantes son la yuca, piña y caña de azúcar. Para los yuracaré, la agricultura ha tenido menor importancia no obstante en las últimas décadas se ha incrementado al punto de presentarse problemas de disponibilidad de tierra, con lo que se ha intentado aumentar la productividad en el corto plazo y se ha producido un efecto contrario con la pérdida de nutrientes en los suelos. Los moxeños le dan una importancia media a la agricultura, tienen bajos rendimientos probablemente ocasionados por el poco conocimiento sobre esta práctica y a la vez son poco sostenibles en su aplicación.
Para los colonos, la agricultura es la actividad de mayor importancia, intensiva y no sostenible, tienen alta densidad de productores, poca disponibilidad de tierra y escasos conocimientos técnicos, su sistema está basado en la práctica de roza, tumba y quema hasta el agotamiento de la parcela y la posterior migración a otro espacio boscoso; los principales productos son arroz, cítricos y coca.
La ganadería entre los chimanes no es de mayor importancia y solo de animales menores que solo son criados para su comercialización por ser considerados sucios para su consumo. Para los yuracarés la ganadería es importante en términos económicos, criando animales menores y chanchos que son comercializados con mercados externos. Con relación a los moxeños, la actividad ganadera es la más importante, siendo en la mayoría de las familias la fuente más importante de intercambio comercial. Para los colonos la actividad pecuaria es de baja productividad y con un manejo deficiente.
c) Otros
La recolección de productos no maderables del bosque ocupa un lugar vigente en la dinámica de los habitantes del TIPNIS. Para los chimanes, la recolección es muy importante ya que constituye una fuente de ingresos y alimentación. Para los yuracarés, la recolección nunca ha sido una actividad importante, y en la actualidad es menor aún. Sobre los moxeños y colonos no se tiene información detallada con relación a esta actividad.
Con relación a la actividad forestal, en el pasado los indígenas del TIPNIS permitieron explotación maderera bajo presión de empresas. En la parte sur del área, el aprovechamiento maderero se debe mayormente a la población colona, sobre todo cuando se incrementaron las actividades de erradicación de la coca .
Otras actividades comerciales complementarias son la venta de mano de obra a estancieros y colonos que los emplean para actividades de desmonte o como peones asalariados. También se conoce que se hace producción y comercio de artesanías.
En general los ingresos por rubro no sobrepasan los 2.000 bolivianos (US$ 220) por año y por familia, lo que demuestra que muchas necesidades no pueden ser cubiertas y que se tienen índices de pobreza muy elevados.
d) Proyectos de desarrollo
Los proyectos de desarrollo más importantes relacionados al TIPNIS son la construcción de la carretera San Ignacio de Moxos - Villa Tunari (Beni - Cochabamba) y los programas de desarrollo alternativos impulsados por el gobierno para la erradicación de los cultivos de coca, temas importantes que se desarrollan con mayor detalle en la sección de amenazas del presente documento.
TURISMO
La actividad turística en el TIPNIS es mínima debido a varios factores, desde la dificultad de acceso, la falta de promoción, servicios e infraestructura, a una inestabilidad social que se traduce en falta de seguridad para los visitantes.
No obstante, en el pasado se hicieron algunas inversiones en infraestructura en el parque: la ONG CIDEBENI construyó algunas cabañas en La Asunta, pero que nunca fueron utilizadas debido a una serie de vacíos que no se resolvieron para asegurar un mínimo éxito En la actualidad se cuenta con un diagnóstico y un plan estratégico, sin embargo las proyecciones y posibilidades son muy limitadas
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foto = RIO SECURE
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El TIPNIS se encuentra ubicado en una zona altamente conflictiva, caracterizada por una parte por la confluencia de actividades e intereses de baja o ninguna compatibilidad con la conservación, como la actividad agropecuaria, la minería, la extracción petrolera y por otra parte por la existencia de un escenario sociopolítico y económico muy complejo, donde se dan movimientos sociales importantes y problemáticas de trascendencia nacional como la producción y el tráfico de hoja de coca para el narcotráfico.
El TIPNIS cuenta con una superficie de 1.200.000 hectáreas, de las cuales un 71 % está sujeta a acciones antrópicas, clasificadas en diferentes tipos de amenazas y a diversas magnitudes, situación que puede poner en grave riesgo la viabilidad ecológica del área protegida, si los usos que se realizan no son sostenibles.
Según un trabajo realizado por Saavedra y Daza en 2004 con información recogida del conocimiento del cuerpo de guardaparques se obtuvieron los siguientes datos de amenazas en el TIPNIS :
Aparte de las amenazas que se identifican como presiones concretas y palpables como acciones destructivas del medio, existen otras potenciales y un tercer grupo que se constituye por los problemas que generan todo un ambiente de riesgo y dificultad de gestión y son de orden sociopolítico principalmente.
Las amenazas y conflictos más importantes en el TIPNIS son:
- PRESIONES: Extracción forestal / Actividades agropecuarias / Caza y pesca
- AMENAZAS: Construcción de la carretera Villa Tunari - San Ignacio de Moxos / Actividades petroleras / Conflictos sociopolíticos y debilidades de gestión
Extracción forestal El problema de la tala ilegal en el TIPNIS se relaciona con dos principales grupos de actores:
- Por un lado están los cuartoneros (piratas madereros operando con motosierras y por lo general sin vehículos), con intensidad baja a regular. El comienzo de la actividad de cuartoneo, en 2001, coincide con las primeras operaciones de erradicación de cultivos de coca en la región.
Las especies más buscadas son, mara (Swietenia macrophylla), trompillo (Guarea sp.), cedro (Cedrela sp.), gabú (Virola flexuosa) y almendrillo (Dipteryx odorata), y la zona afectada ocupa aproximadamente una franja de 5 km alrededor del río Isíboro y de los caminos. Los otros sitios están protegidos por su poca accesibilidad.
En ocasiones el cuerpo de protección del área protegida efectúa decomisos de madera y generalmente el producto es entregado a las comunidades indígenas para que se le aplique un uso colectivo y doméstico, en las actividades de guardianía, se recibe apoyo de los vecinos de las comunidades y su dirigencia para imponer castigos a los infractores. Asimismo, se emiten autorizaciones para el corte de algunos árboles para el beneficio colectivo y uso social, a través de una decisión de la SCIIS, de hecho y con la misma lógica de control social, se están elaborando planes de manejo forestal con la organización Jatun Sacha.
- Por otro lado existe un grave conflicto con las empresas madereras Fátima y Suto. Estas empresas, que operan desde hace varios años a unos kilómetros del límite norte del área protegida, ingresaron en 2002 en el interior del parque de manera ilegal, abriendo caminos con maquinaria pesada, con el aval de una parte de las comunidades indígenas que pertenecen a la nueva Subcentral Sécure, alejada de la SCIIS.
Las posibilidades de repeler esta incursión maderera por parte del SERNAP como de la SCIIS, se vieron limitadas debido a que se contaba con la presión de alguna dirigencia indígena a la cabeza de la Subcentral Sécure vinculadas a un Viceministro (Marcial Fabricano) y el hecho que la empresa Fátima era de propiedad de un Senador de la República (Miguel Majluf).
Como antecedentes, se tiene información de que en la TCO Chimán (noroeste del TIPNIS), donde la empresa Fátima tiene una concesión forestal, se encontraron impactos importantes sobre el bosque. No obstante, cabe señalar que los principales impactos de este tipo de tala selectiva se relacionan más con actividades paralelas al aprovechamiento maderero y a las consecuencias indirectas de la apertura de una red caminera que con el propio corte de árboles (3)
En el TIPNIS, la pesca practicada por los obreros madereros ha perjudicado por un lado una iniciativa de pesca deportiva en la laguna San Lorenzo, la cual empezaba a tener actividad turística, y por el otro ha creado un ambiente de hostilidad e inestabilidad a la gestión, poniendo a dos Subcentrales indígenas (la del Sécure y la de San Lorenzo) en contra de la administración del área protegida. -
Durante el período donde los Srs. Fabricano y Majluf se encontraban ocupando la función pública, se constituyó una nueva organización indígena ( la Subcentral Sécure) constituida por las comunidades favorables al aprovechamiento maderero, se desalojó a los guardaparques de toda la zona norte del área protegida a través de métodos violentos, se extrajo madera del TIPNIS y se abrieron caminos ilegales. La entonces dirección ejecutiva del SERNAP, a cargo del Sr. Julio Maldonado se encontraba curiosamente desarticulando todo esfuerzo de defensa del área protegida intentando alejar al director del TIPNIS y manteniendo vinculaciones con los grupos de agresores al área protegida, situación que solo logró ser controlada a través de la presión social ejercida por la SCIIS. Actualmente, la dirección del área protegida está siguiendo un proceso judicial a algunas de las personas involucradas en estos hechos.
Reseña histórica del problema maderero en el TIPNIS
- 1990: Se realiza una marcha de los indígenas desde el Beni a la ciudad de La Paz, en la oportunidad el gobierno dialoga con las organizaciones indígenas y entre los logros se encuentra el reconocimiento del TIPNIS como Territorio Indígena. El D.S. de 1990 amplia los límites del Parque Nacional y del nuevo Territorio Indígena, pero no define límites claros.
- 1997- 1998: Una vez conformada la Subcentral Isiboro Sécure, la Superintendencia Forestal otorga concesiones forestales dentro del parque (en la parte nor-oeste) a dos empresas (las dos otras que operan en el área aparte de Fátima).
- - 1998: Los dirigentes de la Subcentral expulsan a las empresas madereras. Los árboles caídos se quedan en el Parque, sin uso.
El yerno del alcalde de San Ignacio de Moxos entra a cortar mara en La Asunta. El SERNAP logra parar esta incursión, pero los ex-dirigentes de la Subcentral (expulsados en 1998, entre los cuales está Marcial Fabricano) empiezan a enviar notas a los diferentes ministerios, prefecturas y vice-ministerios para aprovechar la madera tumbada y reembolsar sus deudas a los madereros.
Los dirigentes del TIPNIS, en encuentros de corregidores, deciden que se autodestruya la madera dentro del Parque.
- 2001: Formación de la Subcentral Sécure. En base a una decisión tomada durante un otro encuentro de corregidores entre las dos subcentrales, los mismos dirigentes logran luego convencer al SERNAP y el MAPZA que se haga un estudio técnico y social para el aprovechamiento de la madera.
Se hace un estudio de factibilidad y un análisis del estado de la madera. El resultado es positivo, estableciendo que todavía se puede vender la madera. Se identifica que la única vía legal para vender la madera es el remate. Se establece un primer acuerdo entre las dos subcentrales, pero al momento de firmar la carta de intenciones, la Subcentral Sécure se niega. Se emiten entonces dos convocatorias con precio mínimo, pero nadie se presenta. Finalmente se esta por organizar una convocatoria sin precio mínimo, cuando se inicia una resistencia desde el lado político.
- 2002: Marcial Fabricano accede al puesto de Vice-Ministro de Asuntos Campesinos, y mantiene una fuerte influencia sobre la Subcentral Sécure (mediante vínculos familiares entre otros). Entra Miguel Majluf, gerente de la empresa forestal Fátima, que ha trabajado durante años en la TCO Chimán.
- - 2003: Varios decomisos y otras actividades de control desembocan en una reacción de parte de la Subcentral Sécure, bajo la influencia de Fátima. En agosto se expulsan los guardaparques de la Zona Norte y se cierra el acceso de este sector a la administración del AP. A finales de Octubre, el director se encuentra con el nuevo Prefecto del Beni para firmar un convenio donde se garantiza la adopción de medidas para una pronta resolución del conflicto.
- - 2005: La madera ha sido vendida, Marcial Fabricano ya no ejerce el cargo político y el poder alcanzado por la Subcentral Sécure se ve netamente disminuido.
- La administración del parque está trabajando en un nuevo acercamiento con las comunidades para reiniciar las actividades de manejo y protección en esta zona.
Actividades agropecuarias
La actividad agropecuaria, es una de las prácticas humanas más nocivas para la conservación de los ecosistemas, sobre todo en ambientes boscosos tropicales donde se provoca una alteración casi completa del ecosistema original.
En el TIPNIS existen tres diferentes tipos, la actividad ganadera que desbosca para establecer pastizales antrópicos, la agricultura itinerante practicada por algunos grupos indígenas, que se caracteriza por ser de baja escala y muy bajo impacto y finalmente la agricultura practicada con los colonos andinos de roza, tumba y quema, de mayor escala y alto impacto.
En el caso de la ganadería de reemplazo, existen muy pocas propiedades ganaderas y el proceso de saneamiento parece haber puesto un límite a futuras expansiones, por lo que se constituye en una amenaza menor. Sin embargo, en los grupos moxeños y colonos hay una tendencia a pretender establecer o ampliar esta actividad económica. Por otra parte, la relación de la ganadería con los incendios pone en riesgo un área mayor que la circunscrita a la actividad.
Quema de pastizales en la pampa beniana. Foto: Jon Hornbuckle
Con relación a la agricultura colona, está se encuentra vinculada a la problemática de la coca y ello incrementa una característica político-social establecida y practicada por el campesinado boliviano de resistencia a observar las leyes y normas nacionales, sobre todo a las que regulan el acceso y uso de los recursos naturales. De hecho, la dirigencia de las Federaciones ha manifestado su rechazo a los procesos de saneamiento interno o de coordinación con la administración del área protegida.
La práctica de la agricultura de roza, tumba, quema y abandono después de un período productivo intensivo, no es sostenible, involucrando, fuera de la modificación del ecosistema, el empobrecimiento rápido de los suelos. Por lo tanto este tipo de agricultura si bien se realiza a pequeña escala y para fines de autoconsumo, es expansivo y deja tras de sí tierras pobres expuestas a erosión y con limitadas probabilidades de recuperación. En el TIPNIS existen alrededor de 90.000 hectáreas (ocupadas por los colonos) susceptibles de ser utilizadas bajo estos métodos.
La agricultura de roza, tumba y quema practicada por los colonos no se adecua a las condiciones de la zona.
Considerando el gran tamaño del TIPNIS y las limitadas oportunidades productivas con que cuentan las comunidades, la presión agropecuaria aún no es muy importante, sin embargo, su incremento en años recientes - en particular desde el inicio de las campañas de erradicación de la coca - y su paulatina incorporación a los mercados (desde hace unos años entran compradores a la zona colonizada del parque para llevar ganado a las ciudades), hacen del control de esta actividad un tema prioritario para la gestión del área.
Cabe también señalar que los sectores empresariales ganaderos del Beni (comités cívicos) constituyen una de las principales voces detrás del proyecto de construcción de un camino de Santo Domingo hasta el río Ichoa (que permitiría unir Cochabamba con el Beni).
Caza y pesca
La caza es una actividad importante en los grupos indígenas del TIPNIS, los cuales siempre han aprovechado la alta abundancia de animales en la zona, típica de ecosistemas abiertos como las sabanas inundables que cubren gran parte del área.
Aunque no se tiene conocimiento preciso sobre los impactos de la actividad de cacería sobre las especies afectadas, la mayoría de los entrevistados concordaron en una reducción en la cantidad de animales de las especies más cazadasnecesidad de recorrer distancias siempre más largas para subvenir a sus necesidades alimenticias. (jochi, anta, taitetú) y la
Otra temática relacionada a la actividad de caza, es la cosecha legal ilegal de saurios (caimanes y lagartos) para aprovechamiento de cueros: en Bolivia, hasta la década de los ochenta se practicó un tráfico ilegal y descontrolado de pieles de caimán. A partir de los noventa, cuando se promulgaron una serie de regulaciones sobre la biodiversidad, como la Ley de Medio Ambiente, y los decretos supremos de Veda General Indefinida; y se instaló una administración real sobre algunas áreas protegidas nacionales, aparentemente se dió un proceso de disminución de la presión sobre ciertas poblaciones silvestres, entre estas el lagarto (Caiman yacare) y el Caimán negro (Melanosuchus niger), que posibilitó un aumento de las poblaciones.
Se autoriza el aprovechamiento del lagarto bajo planes de manejo. Foto: Lisa Davenport
Posteriormente, la presión política y social de diferentes sectores sociales, obligó al Estado a viabilizar el aprovechamiento del lagarto para su comercialización. En este marco se promulgó un instrumento legal que abrió la posibilidad de cosecha y definió cupos, pero se sustentaba en una base técnica débil y no logró conformar una plataforma gubernamental de control para fiscalizar la actividad. Estos elementos probablemente se encuentran produciendo un efecto devastador en las poblaciones de caimanes, considerando el enorme descontrol y la falta de criterios científicos durante las cosechas
En un primer momento, el SERNAP logró evitar que se autorice la cosecha de caimanes en áreas protegidas, pero por sus limitadas capacidades de control se efectuó también en estas áreas, incluso en el TIPNIS.
En vista de ello, la administración del TIPNIS decidió impulsar el aprovechamiento sostenible de caimanes con la elaboración de planes de manejo, que actualmente se encuentran en proceso de implementación.
No obstante, existen otros usuarios internos, en particular algunos propietarios de haciendas en la parte nororiental del parque, que pretenden aprovechar el recurso de forma ilegal y amparados en vinculaciones con autoridades de gobierno.
Por ejemplo, el dueño de la Estancia Todosantos (con pista de aterrizaje), hermano de un ex-prefecto del Beni, practica la caza de saurios fuera de los límites de su propiedad (ya saneada por el INRA). Otro estanciero, David Chiriqui, hermano del anterior alcalde de Trinidad, esta también implicado en la caza de saurios fuera de su propiedad, después de haber participado en la tala de madera (palo maría) y sido objeto de un decomiso por parte de la administración del área en el año 2000. En esta época amenazaba los comunarios de San Antonio para que no lo denunciaran ...
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Con relación a la pesca, que no es una actividad de mayor relevancia en el TIPNIS debido a la escasez de los recursos ictícolas en los ríos, se presentan problemas con el uso de técnicas muy dañinas y prohibidas como la pesca con dinamita y con barbasco, una poderosa toxina natural que actúa como un verdadero contaminante. Este problema se concentrar mayormente en la parte del río Isiboro comprendida entre la comunidad de San Miguelito y los centros poblados colonos Eterazama e Izinuta.
Se realiza también pesca comercial (con malla) de pacú (Colossoma macroponum), sábalo (Prochilodus nigricans) y surubí (Pseudoplatystoma sp.), principalmente por gente que viene del exterior del área protegida (Trinidad en el norte y Santa Rosa en el sur). El control de esta actividad es la razón por la reciente construcción del campamento Chipiriri en el encuentro del río Isiboro con el río del mismo nombre.
Considerando la presión de pesca, la administración del área protegida se encuentra apoyando y gestionando la elaboración e implementación de un Plan de Manejo Pesquero.
AMENAZAS > Construcción de la carretera Villa Tunari - San Ignacio de Moxos
La carretera Beni - Cochabamba, forma parte de la infraestructura vial que el Estado boliviano tiene prevista para lograr una red caminera principal adecuada. Sin embargo, el TIPNIS se encuentra entre los dos Departamentos, quedando en medio del área por donde una carretera tendría que atravesar para conectarlos.
En el TIPNIS existen dos proyectos camineros, San Ignacio de Moxos - Villa Tunari y Villa Tunari - Yucumo .
El tramo Villa Tunari - San Ignacio fue inicialmente abierto entre Puerto Patiño y San Antonio de Moleto por la empresa petrolera Gulf Oil Company. Posteriormente, en 1979, el Servicio Nacional de Caminos la rehabilitó. En 1990, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) abrió una senda a través del Parque hasta Oromomo, que luego volvió a cerrarse por desuso. En uno de los últimos gobiernos, la vinculación caminera era una política de Estado y de los cinco caminos proyectados quedaba Villa Tunari - San Ignacio de Moxos, firmándose en 2002, antes que se apruebe la zonificación del área, un Decreto Supremo autorizando su construcción.
En la actualidad el camino que entra al parque por el sur no tiene salida hacia el norte.
Los principales impulsores de este proyecto han sido las Prefecturas de Beni como de Cochabamba, apoyadas por grupos políticos vinculados con intereses madereros, sectores que tienen el objetivo de acceder a nuevas tierras y actividades relacionadas al narcotráfico.
Pero por el momento (2005) no se cuenta con los recursos económicos necesarios.
La viabilidad del principal argumento utilizado para la promoción de este proyecto - la importancia de la carretera para la integración de las comunidades indígenas aisladas en la economía regional y la dinámica social - es dudable si se considera que la mayoría de las comunidades están asentadas en las orillas de los ríos Isiboro y Sécure, a distancia apreciable de los tramos propuestos .
Se ha hecho una nueva propuesta para la ubicación del camino, pero entre los grupos sociales locales relacionados al TIPNIS, los indígenas de la SCIIS están en desacuerdo con su construcción y ven el proyecto como una amenaza a su territorio, mientras los colonos están a favor de su construcción ya que ven la posibilidad de acceder a nuevas tierras, recursos naturales y mercados.
Según el Jefe de Protección de la Zona Sur: “si se abre el tramo Ichoa-Santo Domingo, la colonización de la parte norte del TIPNIS será inevitable, al igual que se aprovecharán las manchas de mara remanentes” .
Por otra parte, el Servicio Nacional de Caminos (SNC), impulsa el proyecto vial sin tomar en cuenta la dimensión ambiental, ni siquiera cuando el SERNAP manifiesta su preocupación y exige que el proyecto cuente con una Licencia Ambiental (en cumplimiento con ley). Más aún, el SNC ha asumido una posición proactiva a la construcción y hostil hacia la conservación y sus defensores institucionales. Sólo una denuncia formal hecha por la dirección del área protegida logró incitar al SNC a iniciar el proceso técnico y trámite burocrático para obtener la Licencia Ambiental. Por ahora el proyecto está detenido y la Prefectura del Beni se ha propuesto terminar el saneamiento antes de avanzar en este tema.
Actividades petroleras
En la actualidad no existe actividad petrolera en el TIPNIS, sin embargo se han otorgado dos concesiones: el bloque Chapare a la empresa Pan Andean y el bloque Sécure a la empresa REPSOL .
En el pasado hubo actividades hidrocarburíferas tanto por la Gulf Oil Company que fue expulsada en 1969 de Bolivia, como por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
En la provincia Chapare, operan cuatro compañías petroleras, que se reparten más de 2.057.875 hectáreas, superponiéndose los bloques a cualquier otro tipo de normativas, derechos y extensiones territoriales destinadas para otros fines, como las áreas protegidas .
Con relación a los actuales bloques otorgados, la REPSOL habría firmado un contrato con el Gobierno de Bolivia, mediante el cual la empresa adquiere el derecho de explotar hidrocarburos durante 30 años. El bloque Sécure comprende una superficie de 1.337.210 has que en un porcentaje importante se sobrepone al TIPNIS, vulnerando los objetivos de creación del área protegida. Pero dado que las operaciones hidrocarburíferas son consideradas por Ley como “prioridad nacional”, se sobreponen a los intereses ambientales.
La REPSOL inició sus actividades exploratorias cubriendo alrededor de 1.500 km de líneas sísmicas, la mayoría dentro del Parque Nacional. Durante las operaciones se generaron numerosos impactos que fueron denunciados por las organizaciones sociales de base, que en vista de los atropellos provocados por la empresa efectuaron un bloqueo de caminos y se declararon en estado de emergencia. A partir de este hecho de presión, se logró la firma de un convenio entre la empresa, los sectores indígenas, colonos y la dirección del área protegida para el cumplimiento de todas las medidas de mitigación, un proceso de monitoreo y la construcción de instalaciones como equipamiento para el cuerpo de guardaparques. En septiembre de 1998, la empresa REPSOL abandonó la zona, sin cumplir con los compromisos firmados y sin reponer los daños ambientales provocados, dejando impunes diferentes violaciones a la normativa ambiental nacional .
Mientras se mantienen vigentes las concesiones petroleras dentro del área permanece la amenaza de que alguna empresa vuelva a plantear, con apoyo de los gobiernos departamentales, un proyecto de exploración o explotación petrolífera.
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Conflictos sociopolíticos y debilidades de gestión
- Límites departamentales
El conflicto acerca de los límites departamentales tiene su origen en intereses de acceso a los recursos naturales de la región, principalmente a la posibilidad de encontrar y explotar yacimientos hidrocarburíferos en el subandino, donde se encuentra emplazado el TIPNIS .
Por otra parte, el problema se encuentra matizado por una rivalidad regional entre el oriente y occidente del país vigente desde la Reforma Agraria de 1952, por diferencias que incluyen aspectos tanto políticos como culturales, históricos, étnicos y financieros, y plasmado en la actualidad en la exigencia de autonomía del departamento de Santa Cruz.
El departamento del Beni considera suyo a todo el territorio del TIPNIS, mientras que Cochabamba considera que toda la mitad sur del TIPNIS es parte de su jurisdicción .
En cuanto a la percepción local, los grupos indígenas se sienten más identificados con el Beni y los colonos con Cochabamba. No obstante esta identificación de los primeros con el Beni, al final los indígenas, sobre todo yuracaré, tienen una actitud abierta y no mantienen una preferencia vertical. Estos conflictos limítrofes han llevado a las Prefecturas y los gobiernos municipales a entrar en un juego prebendal con relación a los habitantes del TIPNIS, que generalmente tiende a desestabilizar la gestión del SERNAP aunque pueda proporcionar beneficios.
- Participación deficiente del sector colono
Con respecto a la relación y percepción que tiene el sector colono sobre el área protegida, es importante notar que al inicio de la gestión, existía una falta total de información y un rechazo mayor a la existencia del parque. La actual situación muestra que desde ese entonces se ha logrado un cierto nivel de aceptación y conciencia de su existencia y voluntad para su reconocimiento, lo cual se deja observar en el respeto de la línea roja en la mayoría de los sindicatos.